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EL VALLE DE BENASQUE

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EL VALLE:

Hablar de BENASQUE y sus alrededores, supone el introducirnos en un paraíso paisajístico cargado de historia y de incomparables bellezas naturales.

El Valle de Benasque es capaz de cautivar y lograr una feliz estancia entre nosotros a cualquier paseante o viajero que se adentre a descubrirlo; destacando sus costumbres, su folklore, su arquitectura, la gastronomía y cómo no, su entorno.

Benasque y todos sus alrededores han conocido en las últimas décadas el renacer de una nueva cultura, basada sobre todo en la prestación de servicios, el turismo. Precisamente ha sido esta actividad la que ha permitido que sea este valle uno de los que no ha perdido población, gracias a haber sabido diversificar sus ofertas.

El Valle de Benasque está situado en la parte más oriental de la Comunidad de Aragón, franqueado por los Valles de Arán (Lérida), a su derecha, y el Valle de Gistaín, a su izquierda.

Declarado Parque Natural – Posets-Maladeta en 1994, con la finalidad de salvaguardar sus valores naturales, su fauna, su flora, sus paisajes, sus formaciones geomorfológicas, conservar y potenciar sus ecosistemas y garantizar el uso racional de sus recursos naturales.

Foco turístico de primer orden en Aragón, alberga el mayor número de cumbres que superan los tres mil metros de altitud.

La Villa de Benasque, cabeza del valle, situada en la margen izquierda del río Esera, a 1.138 mts. de altitud. Cuya población se estima en unos 1.700 censados en el municipio (Benasque, Cerler y Anciles).

Del nombre de Benasque, podemos decir que no está muy clara su procedencia, un sufijo muy antiguo traído por un pueblo del norte de Europa, que unido a su dueño; significaría “Tierra de un Venus”; o si los romanos encontraron un pueblo llamado Bescilia, que más tarde latinizarían.

SU HISTORIA:

Muy pocas son las colonizaciones que han llegado hasta Benasque, los romanos, que construyeron puentes y vías e incluso construyeron los primeros baños, en el actual balneario de aguas sulfurosas, con propiedades muy conocidas. Por otra parte es lógico que fueran ellos los iniciadores de potenciar los baños de aguas termales porque ya se sabe que eran muy aficionados a este tipo de relajación. Ni los árabes, ni tantas colonizaciones como ha tenido la Península han llegado al valle. Durante la Edad Media, la Villa fue ruta hacia Compostela (peregrinaje).

Antiguamente y situado al lado del actual puesto de la Cruz Roja, se levantaba un castillo, citado en el siglo XIII. Fue mandado demoler por razones estratégicas y económicas por Real Decreto, en Septiembre de 1858, por lo que actualmente no quedan restos.

La anterior inaccesibilidad, ha ayudado a conservar su dialecto, “El Patués”, idioma que tiene influencias, por su cercanía, francesas, catalanas y en cualquier caso latinas. Dicho dialecto, que se habla actualmente, fue en tiempo la forma de comunicación y actualmente, en estudio y conservación.

En el siglo XI Benasque estuvo enclavado jurisdiccionalmente al condado de Ribagorza. Benasque, como capital de valle, tenía jurisdicción criminal y civil sobre el territorio, lugares y sus propios habitantes.